Estudiante: Pamela Alvarado Umaña
El proyecto se enfoca en replantear el modelo de los espacios educativos, actualmente, en la mayoría de los centros educativos, contamos con espacios bajo el modelo de "celdas y campanas”, el cual consiste en que los estudiantes ocupan las celdas llamadas aulas hasta que suena la campana y luego se trasladan de aula. Es un modelo que lleva más de cien años, y alcanzó su mayor éxito en la cúspide de la Revolución Industrial. Los trabajadores tenían una tarea y un resultado deseado y sus honorarios se venían determinados por un sistema de pago por rendimiento. Con relación al sistema escolar, los edificios a los que se aloja a los estudiantes se diseñaron de manera similar, ya que las tareas y resultados estaban predeterminados sin tomar en cuenta cómo esto afectaba al alumno.
En el equivalente escolar de la fábrica, los edificios están diseñados desde un modelo educativo centrado en el profesor. Esto en el espacio se ve reflejado mediante la organización del aula por medio de filas. Es un modelo basado en la educación vertical, la cual provoca que el alumno se vea como inferior y el profesor superior. Esto no está bien, debido a que actualmente tenemos espacios muy definidos los cuales no permiten su modificación dependiendo de las necesidades del momento, y esto provoca que muchas metodologías que los educadores quieren llevar a cabo no es posible ejecutarlas. Además, está basando en los modelos de transmisión de información, por lo que la innovación, experimentación y la autonomía del estudiante es vista como un peligro. Los espacios están configurados de una única manera y para un solo objetivo, lo cual los convierte en espacios inmóviles.
Aquí llega lo contrario, la educación centrada en el alumno, esta se basa en aprendizaje personalizado, social y emocional, lo cual permite a los estudiantes dirigir su propio aprendizaje y maximizar su potencial personal. Los estudiantes aprenden mejor cuando están personal y activamente comprometidos con el aprendizaje, esto se puede lograr mediante la incorporación de diferentes espacios, entre esos: espacios para estar solos, espacios para conversar en privado y también mediante zonas de revitalización, la cuales darán la sensación de estar desconectado de la fuente de fatiga. Se convierten en edificios para el aprendizaje ya que puede ser adaptado para satisfacer las necesidades de los estudiantes y profesores a la medida que estas evolucionan. Tiene un enfoque hacia la educación horizontal, donde se entiende que todos somos capaces de pensar con el otro, partiendo de la idea de la igualdad. El diseño de los espacios educativos es necesario para formar mejores seres humanos y hacer un cambio radicalmente positivo en la sociedad.
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